martes, 18 de octubre de 2011

Alice (Basada Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll



Reparto de Personajes



Alice: Joven hermosa. Cabello negro
y largo hasta media espalda.
Piel blanca y ojo azules. 18
años. Usa un elegante vestido
azul claro.

Black Rabbit: Viste de Frac negro. Carga
sus guantes blandos en la
bolsa de la Levita. Usa un
sombrero de copa negro y en
seda mate. Corbata blanca,
chaleco negro. Su cabello
negro es lacio y un poco
desordenado, le llega por
encima de los hombros. Su
piel es blanca y sus ojeras
están remarcadas con la
intención de hacer sus ojos
más llamativos.

Conejo Blanco: Sólo será su voz en la
tercera escena. Voz aguda
y un poco infantil.













ACTO I

Escena 1

(Dos habitaciones, divididas por una pared, una es
un salón, éste tiene papel tapiz blanco, un cuadro
de un árbol florido de rosas blancas y rojas.
Tiene un tapete de un blanco impecable, un diván
de terciopelo rojo, una pequeña mesita con un
jarrón con rosas rojas; la otra habitación consta
de un baño de azulejos negros y blancos, el baño,
la tina y el lavabo son de color blanco. Una joven
de 17 años con un hermoso vestido azul de noche
duerme en el diván, su piel es blanca y su cabello
negro como el ébano. Una puerta blanca con una
manija dorada. Una esquina del salón esta
oscurecida)

ALICE
(Abriendo sus ojos que serán de un color azul claro, se
estira, tratando de deshacerse del ensueño. Se levanta
y se dirige a la puerta, trata de abrir, forcejea un
poco pero abandona pronto) ¿Cuánto tiempo tengo aquí?
¿Cuánto más voy a durar aquí? (Se dirige al diván,
tomando una rosa roja en el camino, dejándose caer en
el diván, suelta un suspiro, llevando la rosa a su
nariz la olfatea)Huele a pintura.

BLACK RABBIT
(Sale de la oscuridad, caminando elegantemente hacía
ella) Alice, Alice... Hermosa muñeca... ¿Quieres jugar
conmigo?

ALICE
(Sin notar su presencia) Quiero ir a casa (dobla sus
pierna, colocando la rosa sobre éstas) Quiero irme a
casa, mi familia debe estar preocupada por mí.

BLACK RABBIT
(Cerca de ella se hinca a su lado, mirándola al rostro
con curiosidad) Quieres jugar conmigo hermosa muñeca,
juguemos. Dime "¿En qué se parece un cuervo a un
escritorio?"

ALICE
Quiero ir a casa, ¿por qué sigo aquí encerrada?

BLACK RABBIT
(De aquí en adelante todo el tiempo estará
sonriendo)"¿Qué día del mes es hoy?"

ALICE
(Se asusta, notando que BLACK RABBIT se encuentra a su
lado)No sé (responde asustada)

BLACK RABBIT
(Sacando un reloj de bolsillo hecho de oro de su
levita, la tapa tiene un conejo blanco, se lo entrega a
ALICE sujetando la cadena entre sus dedos) Creo que
está atrasado, ¿tienes mantequilla?

ALICE
(Al no entender su pregunta ve la hora el reloj)Este
reloj señala el día del mes, y no señala la hora que es...

BLACK RABBIT
¿Te sirven las horas en este lugar, Alice?

ALICE
(Voltea con él, mirándolo con recelo) Mi nombre no es
Alice... Me llamo... (Es interrumpida)

BLACK RABBIT
¿Importa acaso?... te llames Felicia, te llames
Julissa... Aquí, bella muñeca, tu nombre es Alicia...
Al igual tú, aquí el mío es Black Rabbit...

ALICE
(Asustada)¿Tú me trajiste?

BLACK RABBIT
¿Cómo podría? (Su sonrisa se ve forzada) Yo tampoco soy
el amo de esa puerta.

ALICE
(Da la apariencia de que esta por llorar, pregunta con
miedo, sin querer saber la respuesta)¿Cuánto tiempo
tienen aquí?

BLACK RABBIT
(Su sonrisa desaparece, suelta la cadena del reloj al
tiempo que se pone de pie) Te regalo el reloj, un reloj
de días me ha dejado de servir, ¿Señala tu reloj el año
en que estamos? De ser así ¿Me lo darías? Me serviría,
me serviría mucho.

(ALICE dobla más sus piernas, ocultando su rostro
en ellas comienza a sollozar sonoramente. BLACK
RABBIT se aleja de ella, indiferente a su dolor,
se dirige a la oscuridad, perdiéndose en ella. La
oscuridad aumenta, atrapándolo todo.)



Escena II

(El cuarto se ve cambiado, las paredes y la
alfombra no se ven tan blancas empiezan a tomar un
color amarilloso. La puerta tiene manchas rojas,
marcas de arañones. Lo único que ha cambiado en
ALICE es que ahora se ve más desaliñada, su
cabello esta algo desordenado, su vestido y su
piel están algo sucios, sigue durmiendo en el
sofá. El cuadro del árbol florido ya solo tiene
dos rosas que se encuentran secas, mientras que
las hojas del árbol se empiezan a volver algo
amarillas, las flores del rosal son menos, pero
continúan frescas, algunas gotean color rojo,
manchando la mesita. El baño también a cambiado,
se ve sucio, la tina, el lavabo y el baño se ven
sucios en el piso han arrancado los mosaicos, y se
logra ver la tierra.)

BLACK RABBIT
(Saliendo de la oscuridad, su apariencia es igual a la
del primer acto, en sus manos trae rosas rojas,
agarrándolas con cuidado, evitando que toquen su ropa,
sonriendo mientras se dirige a ALICE)Te he traído
rosas, Alice.

ALICE
(Despertando, al verlo a su lado recibe las rosas) ¿Por
qué pintan de rojo las rosas blancas?

BLACK RABBIT
(Se hinca a un lado de ALICE)La reina quería rosales
rojos, pero se equivocaron, plantaron blancos. Para
evitar que les corten la cabeza pintan las rosas rojas.

ALICE
(Ríe sin alegría) Que tontería, me recuerda a una
historia de mi niñez...pero no logro recordar el
nombre.

BLACK RABBIT
Olvidas, ya que aún eres una niña, ese cuento debería
de seguir en tu memoria(Tomando una mano de ALICE, sus
dedos heridos se encuentran manchados de sangre)
Trataste de huir, ¿por qué insiste en lastimarte? Sabes
que esa puerta no puede abrirse(Comienza a lamer las
heridas, ALICE parece no ser consiente de ello)

ALICE
(Indiferente) Sabes... (Su frase queda inconclusa, sus
ojos están clavados en las rosas pintadas que gotean,
manchando su vestido)



BLACK RABBIT
Están frescas, recién pintadas para ti. ¿Sabes qué hora
es?

ALICE
(Indiferente) Las seis, siempre son las seis cuando
vienes tú. No importa que horas sean (Retira su mano de
BLACK RABBIT, empieza a desojar las rosas) da igual si
vienes en la mañana o en la tarde... siempre serán las
seis.

BLACK RABBIT
(A pesar de que ríe se ve triste) La reina hizo que el
tiempo se enojara conmigo, el tiempo se detuvo para mí,
quizá... si el reloj avanzara tal vez me podría
mover... ¿Recuerdas tu nombre, Alice?

ALICE
(Tira algunos pétalos a la alfombra, ahora sus manos
también están manchadas con pintura roja, su mano cae
flácida del diván)¿Mi nombre? Como si importara...tiene
caso que recuerde como me llamo si nadie me llamará
así.

BLACK RABBIT
(Sujeta su mano, posando varios besos sobre ella la
coloca una vez más en el diván, se pone serio) Si yo
pudiera moverme diría tu nombre. Si el tiempo no se
hubiera detenido para mí yo diría tu nombre si lo
supiera, si no le hubiera dado todo mi tiempo a la
reina de corazones diría tu nombre una y otra vez, si
fuera libre susurraría en tu oído tu nombre, esperando
con ansias que tu respondieras con el mío.

ALICE
(Mostrándose por primera vez interesada, incluso se
sienta en el diván, clavando su mirada en BLACK RABBIT)
¿Cuál es tu verdadero nombre?

BLACK RABBIT
(Agacha su vista, sacando del bolsillo interior de su
levita un reloj de bolsillo de metal color negro)"La
gente Wonderland no mira a su pasado por orden de la
reina de corazones" (Abre el reloj mirando la hora)Son
las seis, debo apurarme o no llegaré a tiempo al té(se
levanta dispuesto a marcharse)

ALICE
(Poniéndose de pie con rapidez, con lo que sorprende a
BLACK RABBIT) Me lo dirás si te regreso tu tiempo...



BLACK RABBIT
(Vuelve a sonreír y da la apariencia de no entender sus
palabras)Decirte qué, bella Alice...

ALICE
(Lo sujeta de la levita, manchando su impecable ropa de
sangre y pintura roja) Tu verdadero nombre, yo
recordaré el mío... deseo escucharlo con tu voz...

BLACK RABBIT
(Acaricia con su libre su mejilla, mientras que en la
otra aún sostiene el reloj abierto) Cuando tomemos
juntos el té te lo diré, estoy seguro que para entonces
lograras regresarme mi tiempo (Acerca su rostro al de
ALICE rosando sus labios con los de ella, alejándose
con rapidez parece cambiar de actitud, cerrando su reloj
con fuerza) Ya es la hora del té.(Da un paso para
alejarse, pero de repente vuelve a acercarse a ALICE
metiendo la mano a la bolsa de su pantalón saca una
baraja, tomando a ALICE de las manos se las entrega)
Necesitaras un ejercito para conocer a la reina.
(Alejándose a paso rápido se dirige a la oscuridad

ALICE
(Acariciando sus labios se queda parada en el mismo
lugar, mientras que con la otra afloja el agarre de las
cartas que se precipitan al suelo, mostrando que se
trata sólo de cartas de corazones) Aunque deba
enfrentarme a la reina...(se ve distraída pero no
aparta sus ojos de BLACK RABBIT que se aleja)

(ALICIA se deja caer en el diván, toma las rosas y
las aprieta contra su pecho, acostándose la luz
empieza a desaparecer)

Escena III

(La habitación a cambiado bastante, el papel tapiz
de la pared se encuentra raido, algunos trozos han
caído a la alfombra sucia y deshilachada, el
cuadro que colgaba en la pared el árbol está seco,
son solo las ramas. El diván esta raído y
descolorido, el relleno empieza a salirse por las
aberturas. El jarrón de la mesita tiene sólo rosas
secas, a su lado hay algunas cartas de corazones.
En el diván se encuentra un ramo seco [el mismo
número de rosas que le entregó BLACK RABBIT en la
escena anterior] junto a algunas cartas de
corazones. El baño también a cambiado, todo lo que
había en el desapareció, los mosaicos de las
paredes están cuarteados, mientras que otros han
caído, todo el piso fue destruido y en su lugar se
encuentra un enorme hoyo que abarca toda la
habitación. ALICE se encuentra junto al diván, su
vestido esta raido y su cabello desaliñado, se ve
pálida y un poco enferma, pero no a perdido
belleza, camina de un lado a otro, abriendo y
cerrando el reloj de bolsillo que recibió en la
primera escena)

ALICE
(Comienza en voz baja, pero irá aumentando poco a poco
de volumen, continua moviéndose y abriendo y cerrando
el reloj) Tu reloj ya no me servirá dentro de
poco...que esperas para volver... ¿Qué es tan
importante para olvidarme?... ¡Sin ti nunca más serán
las seis!(Parece molesta, pero de repente para de
moverse)Pero...¿por qué te espero? ¿Soy acaso alguna
princesa atrapada en la cima de una torre? (En sus
labios se dibuja una sonrisa casi imperceptible) ¿Tal
vez tú eres la princesa que necesita ser salvada? Sé
que tú ocupas ser más salvado que yo... nunca he
necesitado que me salven, sigo viva, lo que demuestra
que lo puedo lograr.

(Mete con torpeza su reloj entre los pliegues del
vestido raido. ALICE se sube de un salto al diván,
con sus manos da sombra a sus ojos, como
intentando ver a la máxima distancia posible de la
oscuridad por la que siempre aparece BLACK RABBIT)

ALICE
Claro que necesitas mi ayuda, imagino que desde que
entregaste tu tiempo a esa reina sin corazón, y a la
vez llena de corazones, te volviste una marioneta...
(suena emocionada)no, no imagino, estoy segura...Tus
hilos se fueron cortando cada vez que venías a
mí...Sólo queda uno (Hace una pausa, bajando se un
salto del diván se dirige corriendo a la parte oscura
de la habitación, empieza a tantear con sus manos la
negra pared que se encuentra ahí) El último control de
la reina sobre ti, pero a la vez el más importante, tu
cabeza, tu mente (se ve algo desesperada, trata de
atravesar la pared) es por eso que ella impidió que
volvieras, sabe que tus pensamientos son míos, al igual
que los míos son tuyo...Ella no lo entiende, ella no
sabe como nos pertenecemos...¡Déjame entrar! (Grita
aterrada)

(Se aleja de la pared, sus hombros tiemblan
mientras empieza a llorar, lleva ambas manos a su
rostro, ocultando sus lágrimas con ellas)

BLACK RABBIT
(Sólo su voz) No llores, hermosa Alice. Tu no puedes
entrar por ahí, tu entrada está en otro lugar. Nadie
puede estar en Wonderland sin el permiso de la reina.



ALICE
(Dejando de llorar seca las lágrimas con las palmas de
sus manos) Necesito un ejército (comienza a juntar las
cartas regadas por el salón) No puedo conocer a la
reina ni rescatarte sin un ejército (se acerca al baño,
abre la puerta sin mostrar alguna reacción por el
estado de éste, continua recogiendo las cartas,
alejándose del baño.) Me diste al ejercito, me diste el
consejo, ahora debo salvarte... Debo ir ahora... (se
dijo tratando se sacar el reloj de los pliegues de su
vestido)Tengo que apurarme o no llegaré a las seis,
debo de llegar a las seis para no hacerte esperar, a
tiempo para la hora del té. (ALICE logra sacar el
reloj, mirándolo por primera vez con atención) Un
conejo blanco con un saco... la tapa de tu reloj tiene
un conejo blanco que viste con un saco... (ALICE mira
con detenimiento la habitación) Todo aquí es como las
rosas, no dura nada, ¿Cómo me veré yo si la habitación
se ve así? ¿Podre verte cuando aún me reconozcas?
(Gritando mientras mira al techo)¿Cómo te encuentro?¿No
quieres verme porque estoy horrorosa como la
habitación?

BLACK RABBIT
(De nuevo sólo su voz, se le oye alegre) Sigues siendo
hermosa, bella Alice. Para venir a tomar el té... ¿Por
qué no sigues al conejo blanco?

ALICE
(Confundida vuelve a ver el reloj)¿Al conejo blanco?

CONEJO BLANCO
(Será sólo su voz, que es más aguda y un poco infantil)
"¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Voy a llegar tarde!"

(Asustada, ALICE grita, soltando el reloj. El
reloj deberá rodar hacía el baño, ALICE se apura a
seguirlo, tratando de atraparlo pero el reloj cae
por el hoyo del baño. ALICE mirara al interior del
hoyo, se aleja unos pasos, asustada por lo hondo
del hoyo)

ALICE
(Acercándose de nuevo al hoyo) Seguiré al conejo
blanco... (Se nota algo asustada) Debo entrar a la
madriguera del conejo, es la única manera de llegar a
Wonderland. Debo apurarme, o no llegaré a las seis (Da
otro paso al hoyo, aprieta con fuerza la baraja contra
su pecho, parándose en la orilla se deja caer,
arrastrada por la gravedad, al interior del hoyo)


(Cae el telón)

domingo, 28 de noviembre de 2010

Amor

Fuiste consumido lentamente por la frialdad de ese ser sin corazón con el que iniciaste el contrato, vendiste tu alma en busca de la felicidad efímera, buscando la alegría donde sólo había tristeza, buscando la felicidad donde sólo encontraras odio, las criaturas de la noche anhelan tu alma, desean tu destrucción y crean tu ruina…Buscas el amor donde sólo encontraras tu perdición

miércoles, 30 de junio de 2010

Por favor, apiádate de mí


-P

or favor-era lo único que ella murmuraba-por favor, apiádate de mí.

Se encontraba hincada a mitad de un cuarto oscuro, en las paredes no tenían ninguna ventana, la única manera de entrar ahí era por una rejilla que se encontraba en el techo. Su ropa, si a eso se le podía llamar ropa, estaba sucia y rasgada, era sólo que una prenda gris sin forma alguna que le llegaba más abajo de sus rodillas. Ella se encontraba sucia, todo su cuerpo estaba lleno de marcas: arañones, cortadas, moretones por los golpes recibidos. Eran las marcas de la violencia ejercida en ella.

Era solo una chica frágil, era pequeña para sus 15 años media solo 1.50, su piel blanca, ahora marcada por sangre y mugre, su cabello largo hasta la cintura, de un color rubio tan claro que parecía de plata, también se encontraba sucio y con sangre, su hermoso rostro tan perfecto como un ángel, sus mejillas rojas por el llanto, sus hermosos ojos azules como el cielo, los cuales se encontraban sin brillo después de tanto sufrimiento, de ellos corrían lagrimas sin control, mientras de su pequeña boca sólo salía una frase en un susurro:

-Por favor, apiádate de mí. Por favor, apiádate de mí.

La habitación sólo se encontraba iluminada por una vela, se encontraba frente a ella en medio de la habitación, apunto de consumirse.

Ella era solo una pequeña la cual por 2 años había sufrido los abusos por parte de unos hombres los cuales habían vendido su frágil cuerpo a quien quisiera poseerlo, sin embargo, ahora su destino estaba marcado, una enfermedad acabaría con su vida al no existir una cura. Era por eso que murmuraba esas palabras:

-Por favor, apiádate de mí.- lo murmuraba bajo, pero a suficientemente volumen para quien se encontraba frente a ella lograra oírla.

Era un chico de 17 años, media 1.80 era muy atractivo, delgado, moreno, cabello corto y rebelde, color negro como la noche, sus ojos grises la miraban con intensidad, se encontraba vestido de negro para poder caminar de noche sin ser notado por los miembros de la pandilla a la que acababa de unirse.

Había saltado a la habitación sin preocuparse por volver a salir, en si lo descubrirían; ellos habían dañado a tan bello ángel, sin preocuparse, sin remordimientos. Él estaba decidido a salvarla pero una palabra acabo con su alma:

-Sida-había murmurado ella por lo bajo.

Ahora él se encontraba frente a ella como muchas otras noches lo había hecho, sin embargo, esta noche sería distinto, no habría marcha atrás, en sus manos, que temblaban sin control, se encontraba una pistola. Ahora haría lo que tantas veces ella le había suplicado…

-Por favor, apiádate de mí. -murmuraba mirándolo al rostro mientras las lagrimas bañaban su rostro.

Él acercó el arma hasta tocar la frente de ella.

-Gracias-la oyó murmurar antes de tirar del gatillo.

Vio que todo sucedía en cámara lenta, ella caía hacia atrás, poco a poco se fue formando un charco de sangre que rodeaba su cuerpo, pero en su rostro había paz y una sonrisa, en su frente un pequeño agujero por el que se escapaba la vida, por el que se escapaba de este mundo de sufrimiento y dolor.

Las manos de él temblaban con fuerza pero aun así logro controlarse para llevar la pistola a su boca para darle un beso helado el cual acabaría con su sufrimiento, su vida ahora ya no tenia sentido, en su cabeza aun resonaban sus palabras.

-Por favor, apiádate de mí. Por favor, apiádate de mí.-ella quería que él acabara con su sufrimiento.

Ahora él haría lo mismo, sin ella, ya nada tenia sentido, tiró del gatillo mientras que el ruido se escuchaba por toda la habitación y fuera de está, la vela se apago al igual que las vidas se había extinguido dejando todo en una terrible oscuridad, dejando en oscuridad dos cuerpos sobre un enorme charco de sangre.

Fin

martes, 13 de abril de 2010

Hermosa princesa...



Caminabas entre la blanca nieve,
tu hermoso vestido negro contrastaba con tal blancura...
Como cobarde me oculto
mientras oigo que mi corazón late cada vez más acelerado,
quiero verlo, necesito verlo...
Nunca volviste princesa,
nadie más te vio princesa...
Nunca volví,
nadie más me vio entre la nieve...
Y de ti, mi hermosa princesa, quedo eso que tanto anhelaba ver...
El hermoso carmín de tu sangre en la nieve...

sábado, 10 de abril de 2010

Ideas sueltas (parte 1)


Tus oscuros ojos me miran sin decir nada, tus delgados labios se abren sin dejar escapar sonido, aunque yo hable se que no me escucharas, aunque yo te mire se que ni cuenta te darás, que caso tiene amarte, si en la primera oportunidad te perderé.

¿Por qué escribo siempre en pasado? Porque ni en mi presente ni en mi futuro te veo…

Son los ojos de la princesa por lo que el ladrón daría su vida.

Encuentra en el reino oscuro, cada noche, cada pieza, cada minuto, de esa vida que negaste al abandonar el mundo.

Soy el dios que abandono la inmortalidad por perseguir un sueño, un sueno que para mi desgracia se volvió pesadilla.